Wednesday, September 22, 2021

Agua de Sol




TÚ Sol me derriba en cada mirada, ecos del refugio

  risa petrificada cada paso en la caverna, el deseo en cada despertar,

Te has ido y vuelto una vez más, cada noche de mar alta, cada día sin ti es lo mismo.

 

Ya llegará algún tiempo que el agua de sol brille como las estrellas en tus oídos, 

cuando lleguen a ti estas líneas encerradas de hambre, frío, dolor y calor en el vidrio de tu ventanal congelado. 


Van los malos sueños de oscuras noches quebradas, azules y submarinas, que no nos pertenecen, que se han robado nuestros mundos,

Espero algún día caer entre tus sonrisas, tus ojos cósmicos y que tu dorada espuma nocturna cobije mi dormir. 


Arena del decir adiós incontables veces cuando cae el sol en el río,

La mar de garganta infinita consuelo absoluto, tormentas en mi silencio.


Albatros a la espera en tu pensamiento, viento de tu cielo infinito vuela de regreso a mi, 

cangrejos de nuestro andar.

Todas las noches la tercera roca y la luz, reflejo colorido de tu alma 

resuenan en el infinito latir del encuentro al romper nuestros corazones en la ola. 





Desde la azotea


    Cuatro puntos cardinales, un cielo basto y limpio 

al Sur tus ojos, cristalinos y simétricos; 

al Norte el plano de las líneas de luz y sombras en los peñascos de colinas en los valles del porvenir; 

al Este la oración y meditación de madrugadas frías y largas,

 besos de fuego y tus hombros en mi pecho; 

al Oeste las nubes lejanas que se mecen en tus cabellos, la caída de agua en las piedras de río

 en tus sueños.


    Desde la azotea 

te recuerdo con el silencio y el remoto cruzar de trenes, 

noches sin sueño de risa vespertina, 

te recuerdo con luces de ciudad que son el vago billete de la memoria

 cuando dormíamos juntos

 con la vía láctea y el visor periférico de tu corazón.


    ¿Soy la azotea de tu mente? 


    Espacio donde puedes estar sola y conmigo.


    Soy tus noches de lunas llenas y los amaneceres en tus ojos. 

Soy el respiro de tu cuerpo y el llamado al siguiente viaje. Soy, pues, tú desde la azotea.